Ezequiel Martínez Estrada sostenía: "Buenos Aires en el primer impedimento para entender nuestra historia, y nuestra historia es el supremo impedimento para entender nuestra realidad". El valor de la propuesta plástica que presentamos en estas páginas de Y Considerando …está implícita en esa misma afirmación. El imaginario de Raúl Eduardo Irigoyen no elude el compromiso de la presencia de nuestra historia, sea a través de sutiles huellas que el pintor propone dejar en sus telas, sea a través de la original mirada sobre el tema del paisaje, en apariencia tan ausente del pensar plástico contemporáneo, tan saturado de historicismo y tan dejado de historia. El mismo Martínez Estrada decía que el pensador y el artista tienen una misión intransferible, más allá de su voluntad: revelar con lealtad aquello que suscitan en él las cosas del mundo en que vive. Y no es que Irigoyen no haya transitado otras maneras de la producción pictórica: es en el desnudo paisaje en que verificamos la mirada del artista, quizás porque, justamente, un paisaje nunca está desnudo. Ni ausente de historia. Transitarlo es un gesto que no deja de ser valiente en estos días. Manfred Taubscher para Y Considerando…2000